Muchas películas de esta década están entre las mejores de la historia, pero una de las más recordadas es El Breakfast Club porque marcó a toda una generación de jóvenes que se sintieron como nunca reflejados en una película que expresaba su manera de actuar y pensar.
The Breakfast Club o el club de los cinco, razones para amar esta película
- El guion: Todas las razones para amar esta película se centra en un guion inteligente, ya que no hay una palabra que sobre en los diálogos, logrando el equilibrio perfecto de humor y la angustia adolescente.
Es fácil identificarse con cada personaje, por lo punzante, irónico y divertido que son, creando una montaña rusa emocional pero que no te abruma. De esta película nacieron muchas expresiones y frases que fueron del uso común en los años 1980.
- Actuaciones impecables: Cada personaje es perfecto, empezando por los cinco actores que interpretan a los estudiantes de la escuela secundaria, el director de la escuela y la conserje, cada uno se entregó a su papel y sus líneas a la perfección, creando un sinnúmero de momentos memorables en la película.
- Humor: El humor es parte importante en esta película, pero en un tono oscuro y sarcástico. El humor está presente en todas las líneas estelares, pero en especial de lo políticamente incorrecto y no cuando las cosas están en el nivel que se supone divertido. A veces te ríes de un simple gesto facial o una mueca.
- El tema: La mayoría de edad y la transformación son un gancho para las películas, porque nos gusta explorar cómo los personajes cambian y crecen.
Pues bien, esta película no sólo captura los estereotipos de la secundaria (el atleta, la chica popular, el nerd, el chico malo y el marginado) sino que se las arregla para que haya transformaciones en cada una de sus historias que los lleva a aprender, crecer y salir de la detención del sábado.
- La parte musical: La película cuenta con una de las canciones más famosas de los 80 para bandas sonoras de películas («Don´t forget about me» de Simple Minds), buenas piezas instrumentales y algunas rutinas de baile que siempre serán recordadas.
El factor rareza: La película no es aburrida ni un solo instante y eso que todo ocurre en una habitación, a un ritmo rápido del diálogo que no te da respiro e intercambios de diálogos que te quitan el aliento.
- Atemporal: Como puedes ver, esta película ha resistido el paso del tiempo. Verla hoy no tiene desperdicio porque tiene un mensaje que es relevante incluso para esta década, de modo que la película sigue siendo brillante e ingeniosa como pocas.
- Sexo, drogas y Rock & Roll: las tres expresiones reflejan lo que fueron los 80 en muchos sentidos y por eso tuvo tanta pega en ese momento, ya que estos tres elementos definieron a toda una generación, pero en esta película fueron muy bien explotados.
Si no las has visto porque eres de la generación del milenio, ¿Qué estas esperando?